Ciencia y Arte del Virtuosismo Cultural y Mental: 2010

jueves, 4 de noviembre de 2010

¡Oh Mi Bella Bandera Panameña! ¡Celebrando los 107 años que llevas distinguiendo con tu hermoso Tricolor a mi Panamá!

¡La Bandera Panameña!
Reflexiones sobre nuestra Enseña Patria

¡Bandera de la patria! ¡Con celajes
de púrpura encendida, con pedazos
del cielo de los ístmicos paisajes
y de marina espuma con encajes
tejieron nuestras vírgenes tus lazos!


Tomo este fragmento del Canto a la Bandera, por Gaspar Octavio Hernández, para iniciar esta reflexión sobre mi amada enseña nacional.  Mis primeras notas para saludar a mi Panamá, la Patria que me vio nacer, me acogió en su seno y me ha nutrido física, emocional e intelectualmente...  


Y al igual que una elegía, que se origina por la plenitud de alegría o por la nostalgia, esta mi reflexión se engendra por ese sentimiento de lejanía que me produce el no estar cerca de mi amada bandera, y no una lejanía física, pues me encuentro en mi Panamá, sino por no estar participando de los tributos que se le rinden hoy, con sendos desfiles por la tradicional Vía España o por la ruta de la Presidencia y Cinta Costera (otrora Avenida Balboa).


Me encuentro pues, en la oficina, laborando, y añorando estar cerca de mi enseña nacional y llenarme de ese júbilo que siempre me embarga cuando la veo a la distancia ondear majestuosa desde el Ancón, o cuando la veo multiplicada portada cual estandarte que anuncia la llegada de cada delegación de las que le rinden homenaje, ya sea un colegio público o privado, una delegación de alguna entidad estatal, o alguna banda independiente.


Cientos y cientos de Banderas Panameñas se pasearán por ambas rutas en la Ciudad Capital, o en los desfiles de nuestras ciudades y pueblos interioranos, pero en todos los casos, será la dueña y señora de este día.


¡Oh Excelsa y Gallarda Bandera que has presenciado toda la historia republicana!  ¡Oh Majestuosa y Digna Enseña Patria que has sido estandarte de las luchas de generaciones de patriotas que han defendido nuestros ideales y derechos y la autodeterminación de seguir siendo una nación libre e independiente¡  ¡Oh Gloriosa y Soberana Insignia Tricolor que has sufrido los vejámenes de naciones foráneas que han querido gobernar sobre tu soberano territorio!


Preciosa e inmaculada, dibujada y adornada con el más precioso Tricolor, verte dentro y fuera de la Patria me produce nostalgia: en tierras lejanas, por el deseo imperioso de volverte a ver flameante desde el Ancón, y en mi patria amada, por el anhelo de verte izada finalmente determinada y soberana, no solo como insignia de nuestro país, sino como el símbolo que porte cada ciudadano para engrandecer y enriquecer a la Patria Istmeña, y no beneficiarse y enriquecerse con ella y de sus recursos, o venderlos, alquilarlos o regalarlos a imperios comerciales foráneos, al igual que en siglos anteriores ciertas naciones hicieron lo propio colonizándonos o simplemente explotando nuestros recursos naturales o nuestra ventajosa posición geográfica...


Lo único más fuerte que esta nostalgia, es la esperanza de que algún día te eleves en nuestros cielos, flameante en tu absoluta soberanía, y que ondees no solo desde el Ancón, si no en los corazones de cada uno de mis hermanos panameños.


Jehová Dios te bendiga durante 107 por 100 años más, hermosa, galante, gallarda, noble y leal ¡Bandera Panameña!

viernes, 17 de septiembre de 2010

Insomnio y Congestión Nasal...

A algunos les cuesta creer en Jehová, Dios, porque no lo ven.  A otros, a pesar de que dicen creer en ÉL, les cuesta aceptar que es el verdadero autor de absolutamente toda la Creación.  E incluso existen algunos miembros de esa Creación que, a pesar de aceptarlo como su Creador, deciden no aclamarlo a ÉL y a su hijo Jesús, como los dueños de dicha Creación y hacen con ella lo que les place.
Yo, a pesar de compartir cada una de las tres creencias anteriores, me culpo de que en un pasado (y a veces aun en ocasiones esporádicas de este presente), puse a otros seres y objetos como sustentadores de mi felicidad por delante de Jehová y Jesús.
Me falta el aire, me falta el sueño...  Detonantes antagónicos intrínsecos de mi inspiración.  Sí, a veces no me inspira la apreciación de la belleza, que tanto disfruto, o la majestuosidad de la Creación (mi musa mayor), sino que simplemente la falta de sueño despierta mi mente.  Es bien sabido que el cerebro funciona mucho más intensamente durante el sueño, y en este limbo en el que me ecuentro cuando ese anhelado sueño no llega, mi cerebro de cualquier forma ya está preparado para funcionar al máximo, y se produce este milagroso prodigio llamado creatividad.  Pues, estoy soñando despierto, y el disfrute producido es indescriptible, pero el dolor es intenso.  Sí, dolor agónico y punzante.  El cerebro me duele, literalmente.  Millones de martillos golpean desde adentro y generan una presión mayor que la que podría crear el motor de un transatlántico.  Afortunadamente las ideas son expulsadas de mi mente como el humo y escombros a través del cráter de un volcán, pero la lava producida me consume, y la agonía es insoportable.
Entonces suplico a Jehová porque me devuelva la capacidad de dormir...  A veces la respuesta demora en llegar, más aun cuando también se suma otro factor: la falta de oxígeno!  Sí, congestión nasal, es mucho más insoportable que mi gastritis crónica.  Mi cerebro necesita toneladas de oxígeno para poder funcionar, de otro modo podría colapsar.  Y entonces el dolor es peor.  Es como pedirle a una locomotora que debe empujar con una potencia enorme una carga pesadísima, que avance sin suplirle aire para quemar el carbón (sí, aun existen) o el diesel...  El humo negro producido es asfixiante.
Entonces recuerdo, que mi oxígeno es Jehová, que mi baluarte es Jesús, y entonces encuentro sosiego.  Pero toca ayudar a quienes le pido ayuda, y entonces me tomo un descongestionante nasal.  Oh ciencia burda y blasfema, aduces ser dueña de la naturaleza y poder regir su destino!!!  Qué equivocada estás.  Cada descongestionante que me tomo destruye capilares valiosos en mi cavidad nasal, y entonces se crea un ciclo destructivo.  El remedio está en la orilla del mar, diseñada eficazmente por Jehová para cumplir muchos propósitos, pero estoy lejos de ella.
Insomnio: un tecito de manzanilla?  Jehová puso toneladas de efectividad en esa infusión tan sencilla, pero creo que he generado supresores naturales para sus efectos.  Voy en contra de la naturaleza, estoy pecando sin remedio.  Simplemente estoy disfrutando un poco del sufrimiento causado por mi cerebro pensante y prolífico.
Aire, oxígeno, qué sencilla idea, y que resultados tan maravillosos produce.  Combinar el oxígeno del aire con el carbono que he ingerido a través de las comidas de día es lo que sustenta la vida en mi cuerpo, y lo que mantiene a mi alma atada a él.  Oh Jehová, eres tan brillante y sabio!!!  Haces de lo sencillo un prodigio, y de lo complejo una vanalidad.

Ya pronto se aproxima, en breve el dolor habrá vencido a mi deseo de mantener la sinapsis, y sucumbiré ante el sueño.  Habré vencido con las propias armas provistas por mi Creador a ese enemigo tan amado que es el insomnio.  Mis más brillantes ideas han nacido o han madurado bajo su implacable azote.  Insomnio, guerrero cruel y despiadado que tanto me has ayudado, Némesis que siempre has luchado contra mí forjando mi propia Victoria.
Congestión Nasal, a ti sí que te aborrezco:  Me estás matando lentamente...

jueves, 29 de julio de 2010

Dilema profesional


El que me conoce profunda y sinceramente, sabe a ciencia cierta que mi vida siempre ha sufrido de una dualidad magistral.  Cada decisión, oportunidad, acontecimiento, hasta el más simple arranque (irse de rumba, farra, etc) se  produce en medio de un dilema.  Siempre debo escoger entre dos o más opciones, y leyendo en el Blog de un conocido, sicólogo de profesión, me doy cuenta que siempre me encuentro en la ansiosa situación de la pérdida, es decir, al seleccionar una opción, me veo en la complicada necesidad de desechar las otras opciones, y el temor a perder las oportunidades que hubieran podido brindarme dichas opciones me crea mucha ansiedad.  ¿Si no hubiera elegido Ingeniería de Sistemas y hubiera optado por Arquitectura o Medicina o Ingeniería Civil? En cada caso mis notas de los exámenes me lo permitían...  ¿Si no hubiera decidido ser profesional asalariado y hubiera escogido ser un empresario independiente?  Mis colegas me siguen diciendo que tengo madera para empresario, tal vez ya no la voluntad.  ¿Si me hubiera casado y le hubiera dado la nieta que tanto mi madre desea y no hubiera decidido matrimoniarme con mi carrera profesional?  ¿Si hubiera sido misionero para ayudar a los más necesitados allá en nuestro hermoso interior de la república?...  ¿Si hubiera tenido más disciplina y hubiera seguido con mis deseos de estudiar música y ser un bohemio pobre pero contento y no hubiera optado por seguir la "carrera del futuro" y encontrarme con tantos dolores de cabeza?

En resumen, esos "hubieras" son todas aquellas opciones que eventual y consecutivamente he dejado a un lado para perfilar mi horizonte en una dirección que ahora no parece tan glamorosa como hace 15 años atrás. Me encuentro en un dilema complicadísimo, mi salud física ha mermado, mi confianza en la humanidad, especialmente la clase "empresaria" ha disminuido drásticamente, mi confianza en los seres humanos en general ha decaido...  Todo gracias a esta carrera que la mayor parte del tiempo me ha absorbido.  He dado el diez mil por ciento de mí, y he recibido a duras penas un cincuenta por ciento de reconocimiento.  ¿Cuántos sistemas se han edificado con ayuda sustancial de mis manos, o más precisamente, de mi cerebro?  ¿Cuántos pupilos han aprendido de mí las buenas prácticas de diseño y programación?  ¿Cuántas empresas se han beneficiado de mis servicios y conocimientos?  Muchos y muchas...

En este momento, estoy a punto de retomar nuevamente el camino que hace tres meses atrás dije que no volvería a recorrer...  Dejaba el Desarrollo de Software por la Seguridad Informática, estaba viviendo un sueño, que no se materializó.  Y no porque el nuevo campo tecnológico que escogí no fuera bueno o prometedor, sino porque me encontré por segunda vez en mi carrera profesional, con una empresa que no tenía los medios económicos y logísticos para sustentar mis aspiraciones.  ¡Qué penosa situación!  Le creí a un gurú de la Seguridad Informática su discurso...  ¡Qué triste y patético!  Y no él, quien pecó de ser demasiado entusiasta al desconocer por mucho las intimidades del mercado tecnológico panameño, sino Yo, que conociendo de antemano el riesgo, me lancé nuevamente en una aventura, persiguiendo una quimera sin yelmo ni corcel.  Me enfrenté a un gran dragón sin espada ni escudo, o al menos no la espada y el escudo encantados suplidos por una cordial Hada Buena.  No, mis armaduras eran de plástico, de Silicio, y Yo lo sabía...  Ni modo, a enfrentar mi dilema.

Afortunadamente, Jehová nunca se olvida de mí, y me da nuevamente opciones, duales como de costumbre en mi vida, y claro que la dualidad no la ha premeditado Él, quien es infinitamente sabio, sino Yo, que me permito el lujo de que se den.  Como me dijo un amigo y me reiteró una amiga, es posible que Yo atraiga estas situaciones de dualidad, pero creo sinceramente dentro de mi corazón, que no lo hago a propósito.  El problema es que siempre seré un niño, mi mente está repleta de ingenuidad, sigo confiando demasiado en la gente, y al querer manejar todas estas situaciones, en las que las empresas siempre llevan las de ganar, y siempre priman sus intereses económicos, sin las herramientas suficientes (es decir, tratar de hacerme al panameño, y creer que estoy siendo más "vivo" que ellos) me meto en cada lío en el que casi siempre llevo las de perder.  Pero nuevamente, no lo hago a propósito.  Es mi simple interés de un futuro mejor, de perfilarme hacia un horizonte en el que pueda brillar, en el que este cerebro privilegiado que Jehová me obsequió encuentre un lugar en el cual destacarse, solo busco algo de reconocimiento.  Ya tenía el de mi madre y el de mi familia, que siempre me han visto como un modelo y un ejemplo y un orgullo...  Pero hasta eso he estado perdiendo con todas estas decisiones apresuradas, aventureras e impetuosas que he estado tomando.

A Jehová solo le pido que me aclare el panorama, y que me dé más tiempo para poder tomar la decisión correcta esta vez.  Que me dé esa sabiduría que siempre le he rogado, y que a veces llega pero que al poco tiempo parezco rechazar por mi mismo.  Solo en Él, luego de ver la calidad egoísta del ser humano llamado "empresario", puedo confiar.  Ya no necesito más dualidades y dilemas en mi vida, no más...

domingo, 18 de julio de 2010

España: Campéon de Fútbol del Mundo... ¡Se re-escribió la historia!

Sí, lo sé...  Ha pasado una semana desde la Final de la Copa del Mundo FIFA Sudáfrica 2010.  Pero como lo indiqué en mi último escrito, era muy probable que no escribiera más del tema, ya que, si perdía España estaría tan deprimindo que no tendría ganas para hacerlo, y si ganaba, me enbargaría tanto la emoción que mi mente estaría demasiado absorta y convulsionada que no me daría oportunidad para escribir.
De hecho, en este momento mi mente sigue aun conmocionada y bloqueada por la emoción.  Basta decir que presencié este partido histórico no en vivo, pero rodeado de un grupo de personas que compartían la misma emoción y algo de angustia y expectación.  Hasta mi 3/4 de naranjita me acompañó, y en cierto punto neurálgico del partido, poco antes del final, hasta se solidarizó conmigo y los españoles (le iba a Brazil).
Fue la experiencia más gratificante que he tenido en mucho tiempo, en lo que a fanatismo deportivo se refiere.  Es como la suma de alguna finales en las que ha ganado Chiriquí en el Béisbol Nacional.  Y no digo "muchas", porque para mí es natural ver a Chiriquí en una final, pero por España llevo 28 años esperando verla en una final.  Y luego de tanta espera, mis expectativas y las de millones de españoles y otros ciudadanos del mundo fueron más que superadas.
No hablaré del partido, ni de la técnica deportiva desplegada.  Solo de la emoción que sentí al ver a Iniesta anotar el gol de la Victoria.  Simplemente, una emoción incontrolable, una pasión desbordante, una apotéosis de sentimientos, una Furia Roja que embargaba todo mi ser, y aun estas descripciones son poco precisas.
España es Campeón de Fútbol del Mundo, y eso es mucho decir.  Las lágrimas querían salir de mis ojos, pero creo que la emoción de ver a Casillas llorar luego de ese gol me retornó a la realidad...  No era un sueño, lo que estaba pasando era real.  España es Campeón de Fútbol del Mundo, y la historia se re-escribió.  La nación que está en la cima del mundo futbolístico, el reino cuyo fútbol es una escuela para muchos, finalmente se convierte en reina de la FIFA por cuatro años...  Sí, dentro de cuatro años nos tocará defender esa corona que bien ganada la obtuvimos...  ¡España es Campeón de Fútbol del Mundo!

domingo, 11 de julio de 2010

España re-escribe la historia: Final de la Copa del Mundo FIFA Sudáfrica 2010

Tal vez sea lo último que escriba en este blog sobre la el Mundial de Fútbol 2010...  No lo sé, pues si en un par de horas España cae ante Holanda, mi ánimo estará tan decaido que no tendré ganas de escribir, pero si por el contrario gana, mi júbilo podría estar tan inflamado y encendido que tal vez me resulte imposible concentrarme para escribir.
De cualquier forma, me animo a escribir esta vez.  Y valla que tengo motivos.  Los últimos acontcimientos han sido devastadoramente emocionantes.  Alemania ha conseguido el Tercer Lugar, luego de que la propia España la derrotara en Semifinales.  Sentimientos encontrados, pues Alemania es mi segundo favorito, y si el hado no hubiera acompañado a España en su travesía por este Mundial de Fútbol, muy probablemente lo hubiera hecho por Alemania, y en estos momentos estaría escribiendo sobre mi equipo teutón...
Pero así es el hado, complaciente para algunos, negligente para otros.  Conmigo ha sido benigno este 2010, lo está siendo justo ahora teniendo a España por vez primera en una Final.  ¡Ufffff!
Tantos años he esperado por esto,  28 para ser exactos.  Desde esa Copa del Mundo FIFA España 1982, en la que me enamoré de la Madre Patria a primera vista.  De su cultura, de su arrojo, de lo maja que se mostró al mundo, de su pasión, de su Furia Roja...
Gracias a esa pasión, a esa Furia, a ese arrojo, España está en Finales, es un momento histórico.  Alemania combatió como un gran Titán, un rival de altura, un contendiente gigante.  El fútbol germano es uno de los mejores, tal vez el mejor.  Tres copas levantadas lo confirman, y ocho participaciones en finales o semifinales lo reafirman.  Ya pronto escribiré todo un apartado sobre este, mi otro equipo de ensueño, un equipo con un fútbol científico, organizado, sincronizado, reflejo de su sociedad altamente civilizada. Oh Alemania, pronto estaré compartiendo tu grandeza.
Pero hoy es la fecha de España, hoy es el día de re-escribir la historia, de ceñir los laureles, de pertenecer a ese selecto grupo de Dioses Olímpicos que han levantado la Copa y forman el Salón de la Gloria del Fútbol.  ¡¡¡Viva España, Viva Iberia, Viva la Madre Patria, Viva la Furia Roja, Vivan mis Sueños!!!

lunes, 5 de julio de 2010

Entre los cuatro mejores del mundo: España en Semifinales, Sudáfrica 2010...

Esta vez, no haré ningún análisis de jugadas, jugadores o estrategias futbolísticas...  No miraré desde la perspectiva del adversario (pese a que Paraguay se merece honores por su excelente desempeño) ni me pondré de lado con la hinchada española...  Simplemente escribiré sobre lo que siento frente a este hecho histórico: España está en cuartos de final en la Copa Mundial de Fútbol, Sudáfrica 2010.

No sé porque ningún comentarista nacional o internacional lo menciona, pero España ya ha estado en Semifinales anteriormente.  En 1950, en Brazil, España obtuvo el 4to puesto de esa Copa Mundial.  De cualquier forma, está haciendo historia nuevamente.
Pese a haber llegado como uno de los favoritos, el camino hasta semifinales no ha sido fácil para España.  Es uno de los pocos equipos favoritos que permanecen aun con vida, entre los que estaban Brazil, Argentina y Alemania.  Pero su favoritismo tiene un matiz especial que lo hace diferente a los anteriores: nunca ha ganado una Copa del Mundo.  Uruguay, a pesar de haber ganado dos campeonatos, más que favorito se ha convertido en la sorpresa agradable de este mundial.

Pero, me estoy desviando de mi propósito, una naracción pasional, sobre mis sentimientos...
Lograr ver a España ganando el partido ante Paraguay fue una sensación indescriptible, casi imposible de explicar con palabras.  Un juego cardiáco, emotivo, lleno de sobresaltos, lleno de momentos de furia, euforia, exaltación, oraciones, entusiasmo, terror, impotencia, emoción, casi lágrimas (sí, lágrimas), sonrisas, gritos, en fin, una serie de sensaciones que se sucedían una tras otra de manera aleatoria y desenfrenada.
No obstante, fue gratificante.  Ver a España alzarse con el triunfo no tiene precio.  Ver cómo avanzaron a las Semifinales es un hecho que recordaré por el resto de mi vida.  Ahora solo espero que el enfrentamiento con mi segundo favorito de mi propia historia, Alemania, siempre poseedora de una extremadamente organizada y sincronizada selección, sea favorable para España.  No es que me moleste que gane Alemania, pero deseo vehementemente que España pueda avanzar a la final.

Pero sea cual sea el resultado de ese partido, también histórico, entre España y Alemania, mis deseos han sido totalmente satisfechos.  Mis oraciones fueron escuchadas, España está en Semifinales de una Copa del Mundo.  Se ha hecho historia, y fui parte de ella, más que un expectador, me siento partícipe, porque estoy completamente convencido de que apoyar a la Furia Roja, seguir a su lado en los momentos de victoria al igual que en aquellos de derrota, apoyarlos aun cuando muchos dudaban de que pudieran lograr el objetivo, me hace parte de la historia de España en esta Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica, 2010.  ¡Somos Historia!

lunes, 28 de junio de 2010

Llegaste con las lluvias de Noviembre...

Y la rutina se marchó de mi vida.
Y mi vida se llenó de emoción.
Y mi emoción se tornó costumbre.
Y la costumbre me colmó de ilusión.
Y la ilusión se materializó otra vez en rutina.
Y cuánto amo esta rutina, corazón.

Porque eres fe y eres duda.
Porque eres calma y también conmoción.
Porque eres aurora y a veces ocaso.
Porque eres locura y también la razón.
Porque eres montaña y a veces llanura.
Porque eres ternura e incipiente pasión.

Llegaste a mi vida con las lluvias de Noviembre, una madrugada gris y sombría, cuando mi vida giraba en un círculo eterno de monotonía y negación.  Nos conocimos antes del principio del día, cuando la noche perdía su nombre, y el país entero se prestaba a celebrar su independencia cual ironía, pues yo pronto comprometería la mía.  En un compromiso que llegó cual ráfaga pues temía perderte, y a veces pienso que apresuré un poco las cosas.  Pero finalmente recuerdo cómo las sendas de nuestras vidas se cruzaron, y vuelvo a entender que tu destino y el mío estaban unidos desde antes de nacer:

Y te llevo más de una década de expectativas.
Y te llevo más de dos lustros de bregar.
Y te llevo más de una décima de siglo de vida.
Y te llevo solo un minuto de soñar.

Porque naciste justo cuando era requerido, cuando yo mi criterio ya comenzaba a formar.  Tu cuerpo crecía mientras mi mente ya estaba desarrollada, tu ímpetu se forjaba mientras mis ideas ya eran puestas a prueba.  Y tu complexión se definía cuando ya mi razón se había enfilado por un camino definido, y tu inocencia aun se mantenía intacta mientras mis deseos ya habían probado el placer terrenal.  Pero todo era necesario, cada ciclo de la vida, cada huella dejada por la llegada de la primavera y la marcha del invierno, cada estigma en la piel, cada herida emocional, cada concepto incubado en la mente, cada evolución corporal…  Eran imperativos para hacerte como eres, y para formarme a mí tal cual soy: Tú perfecto para mí, y yo preciso para ti:

Como el anverso y el reverso de una moneda.
Como las dos mitades de un melocotón.
Como el fuego congelante y el hielo de la hoguera.
Como sístole y diástole en un solo corazón.

Es casi imposible explicar la ambigüedad de sentimientos que mi corazón profesa hacia ti.  A veces temo lastimar tu inocencia, pero luego encuentro que conoces ardides que para mí son ajenas.  A veces quisiera romper con toda mi pasión tu cuerpo, y al minuto siguiente te quiero acurrucar entre mis brazos y protegerte de todo este mundo complejo en el que vivimos.  A veces sueño que soy tu dueño eternamente, y en contadas ocasiones un presagio me hace ver nuestros destinos separarse como los vientos partieron de la casa de Eolo a recorrer toda la tierra.
Pero no cabe duda de nuestro amor.  Los enigmas de la pasión son solo un símbolo supremo de la veracidad de nuestros sentimientos, porque la naturaleza de la pasión es ser voluble, impetuosa, indómita, inexplicable, es su espíritu, es su carácter, es su calidad.  Y es nuestra tarea, que he tomado como mi cruzada, encaminar esa pasión por la senda del cariño, para materializar sus destellos y suavizar sus embestidas y transformarlos dentro del seno de nuestro hogar en un amor duradero.
Y dirás: ¿pero si aun no tenemos un hogar?  Tal vez materialmente sea cierto, pero mi hogar es tu corazón y tu casa es el mío…  Nuestro hogar es la Tierra y el Universo, donde sea que caminemos, llevamos a cuestas nuestra morada, como los caracolitos construyen su vivienda en las mismas variables arenas de la playa bañadas sin tregua por el incesante e impetuoso mar.

Cruzaste mi destino bajo las lluvias de Noviembre, y hoy solo deseo que las vivencias de este mundo ambivalente, que las experiencias de esta vida terrenal no aparten nuestros caminos, ni sequen el rocío de nuestro amor como el sol evapora las aguas de los mares.  Quiero vivir mil noviembres junto a ti, y recordar cada año esa carita ingenua, algo enjugada con las gotas de lluvia que bendijeron nuestro encuentro, rememorar ese instante cuando cruzaste el umbral de mi casa y llenaste de luz los rincones oscuros de mi corazón que ya había sido condenado por mi mente a no latir por otro ser humano nunca más.  Cambiaste mi destino, y sé que yo hice girar el tuyo.  Somos uno solo ahora, nuestros caminos se ajustaron para dirigirse en la misma dirección,  nuestras almas se fundieron para conocer una sola verdad: ¡el amor!
Mi ¾ de Naranjita, eres todo lo que anhelaba y mucho más.  Eres la exacta materialización de mis sueños y aun le pusiste adornos a la creación final.  Eres la idealización de mi cotidianeidad, y la realización de mis ilusiones.  Te amo, nuestro amor es la única verdad absoluta en nuestros universos concéntricos.

Júbilo ante la reivindicación de España: ¡Ya estamos en 8vos de Final!

Tal vez un poco tarde, dos días después para ser exacto, de la victoria de España sobre Chile, se me antoja escribir…  Bueno, en realidad más se debe a que me enfermé de los riñones, y los deseos de escribir se ven frenados por el tantito de dolor que me acongoja. 
De cualquier forma, entraré en materia.  En esta ocasión no intentaré analizar el juego, ni la alineación, ni las malas decisiones arbitrales, ni la mala maña con la que los chilenos se alzaron en contra de los españoles tratando de destrozar sus pantorrillas ya que no lograban destrozar su empeño, talento y su decisión, porque eso fue lo que demostró la Furia Roja.  Simplemente, hablaré de esta pasión que me embargaba a medida que transcurría el juego, y no es que España desconozca la sensación de los octavos o cuartos de final.  Ya logró un cuarto lugar en 1950, y en 1934, 1986, 1994 y 2002 logró entrar a los cuartos, y en 1990 y 2006 llegó a octavos, al igual que este 2010.  Humm, vuelvo a las cifras frías y me alejo de la pasión prometida.  Ante los desesperantes resultados de la fase clasificatoria, estar en octavos de final me renueva la esperanza en la Furia Roja.  Furia, cual sinónimo de violencia, pero en todo caso también de temor…  El temor que se apodera de sus adversarios al verlos jugar en sincronía y que los hace buscar formas de desarmarlos ante su inferioridad en cuanto a talento.  Rojo, la real marca de la pasión, esa pasión que nos hace olvidar nuestras debilidades y nos empuja a actuar, al ataque, a seguir adelante pese a los obstáculos, pese a las derrotas previas, a continuar para alcanzar la meta, el triunfo, la victoria.
Minuto a minuto, el partido transcurría, y mi espíritu se apuraba por presenciar la consecución de los goles.  Y cada vez que cayó la portería chilena ante la Furia Roja mi imaginación volaba y me hacía flotar sobre Pretoria, en Sudáfrica.  Me hacía celebrar cada uno de esos dos goles como si fuera Villa mismo, y sufrir cuando el acercamiento a la meta no se materializaba en una nueva anotación.  Y un poco de desesperación ante la anotación de los contrarios…  Pero fue esa misma pasión enrojecida por la furia la que me hizo perseverar, esperar con ansias la llegada del final.  ¡Y vaya final!  Una final que fue la reivindicación de España, el retorno al favoritismo, el resurgir de la furia, el renacimiento de la pasión por conquistar esta Copa Mundial por vez primera y llevar a España a la gloria.
Pero será un camino duro antes de llegar a cuartos de final.  El rival no es sencillo, y han habido encuentros históricos entre las dos selecciones.  Son vecinos, comparten la península ibérica.  Íberos y Lusitanos se enfrentarán por definir quién será el mejor, será un encuentro titánico, una lucha de gigantes del fútbol, de equipos de tradición.
Tocará esperar nuevamente, hasta ese martes sangriento.  Ninguno de los dos equipos se permitirá el lujo de perder, ninguno de los dos equipos desistirá de su lucha por alzar la Copa.  Ambos tienen posibilidades, pero España posee el talento, jugador por jugador, para coronarse como equipo campeón, y sé que lo demostrarán, porque tenemos garra, tenemos furia, y tenemos ¡pasión!

martes, 22 de junio de 2010

Reflexiones sobre una Victoria casi desesperada: Segundo partido de la Furia Roja en la Copa Mundial FIFA Sudáfrica 2010.

Trasnochado, casi empapado (suerte de haber llevado el paraguas), algo estresado del trabajo…  Las dos únicas bendiciones que salvaron este día de inicio de semana (sí, estoy escribiendo mis memorias de ayer, grrrr) fueron el capuccino que me tomé en Niko’s Café (publicidad gratis) y la victoria de España ante Honduras…  Y esta última fue casi un triunfo agónico y desesperado.  Un partido interesantísimo, pero casi similar a ver a una tormenta acercarse a la costa, y por obstinación del destino, no llega a sacudir la ribera.

Una España mucho más sincronizada, que atacó incesantemente ante una Honduras que se mostraba confundida, y apenas con algunas oportunidades, aunque notables, de acercarse al marco de Casillas.  Pero irónico, un duelo que debió, teóricamente definirse a favor de la Furia Roja por un marcador abrumador (si comparamos los costos de cada plantilla) y que sin embargo, no logró consolidar su superioridad.  Una Honduras que la mayor parte arremetía contra los jugadores con la intención oculta muchas veces, y evidente unas cuantas, de lesionar a sus jugadores oponentes.  Una España que mantuvo la calma pese a todo, y que no dio lugar a un bochornoso espectáculo como el de Brazil vs. Costa de Marfil.  Viva por los hispanos, un buuuu para nuestros vecinos hondureños, pero, el buuu no me reconforta.  Ansiaba un cinco a cero (5 – 0) para poder clasificar sin preocupaciones luego de la caída ante Suiza.  Aun más a sabiendas que Chile ha dado la verdadera cara por el Grupo H, lo que esperaba yo y millones de fanáticos que hiciera nuestra Furia Roja…

Una Victoria con sabor amargo, como la Gran Guerra de Troya, este triunfo nos costó valiosos guerreros, y un honor abatido, agónica y anacrónica Gloria recibida tras un esfuerzo titánico por derribar una muralla más alta e invencible que la de la mítica Ilión, la portería hondureña, que se mostraba esquiva como por arte y maña de alguna especie de encantamiento oscuro y antiguo o como por un vetusto designio de las Parcas, de cuyos dictámenes no escapaban ni los dioses.  Tal fue la suerte de nuestra Furia Roja, un marcador que adoleció de Gloria, y que aun no nos da la tranquilidad del pase a octavos.
¡Oh día privado de magnificencia!  ¡Oh noche lluviosa y lúgubre que le arrebatas el aliento a mi espíritu! ¡Oh marcador tibio, apático e indiferente!  ¡Oh Iberia sumergida en tus rumores clandestinos! Tal cual dicen nuestros Héroes del Silencio, silencio que ensordecía mi mente mientras trataba de buscar la manera más apropiada de describir lo que pienso de este partido.  Y no me malinterpreten, estoy eufórico con la victoria, desesperadamente necesaria, pero me quedo con las ganas de ver esa grandeza de España que tanto nos merecemos, tanto ella como yo, y el resto de los fanáticos de la Furia Roja.

Vamos España, aun existe la oportunidad de cumplir con ese sueño histórico que nos motiva, de lograr ese objetivo común que nos une, de procurar escribir en los anales del fútbol esas palabras mágicas que coronan como laureles a un grupo selecto al que mereces pertenecer, por mérito, por tradición, por garra, por talento, por ingenio, por dedicación, por honor: ¡Campeones!

miércoles, 16 de junio de 2010

Reflexiones sobre una Conquista aun no lograda: Partido inaugural de España en Sudáfrica

¡Héme aquí!

Casi sin inspiración, con las palabras esquivándome, de la misma manera que esquivo el triunfo a la selección Española en la Copa Mundial Sudáfrica 2010 en su primer partido en dicho evento futbolístico...
Era de esperarse, ¡por supuesto que no!  Era merecido ese marcador final, pues eso queda entre los grandes enigmas que se ciernen sobre las mentes pensantes, y aun más sobre la hinchada un tanto decepcionada de este equipo español, considerado por muchos como el Equipo Soñado.
Y es que se trata de un seleccionado de primera, un sueño de equipo:
En la meta: Iker Casillas, el Ice Man, con varios mundiales en su haber, y con cientos de triunfos (súmenle una Eurocopa 2008) en el real Madrid.
En la defensa: Puyol y Pique del Barcelona, Ramos y Albiol del Real Madrid, Capdevila, Villarrealista.
Mediocampistas: Busquets, Iniesta y Xavi del Barcelona, Xabi del Real Madrid, Cesc del Ársenal y qué decir de Navas del Sevilla.
Delanteros (de lujo): los David (Silva y Villa) del Valencia y el Niño Torres del Liverpool...
Una plantilla millonaria, casi todos los partidos de clasificación ganados, venida de un triunfo en la Eurocopa 2008 (aunque con la plantilla modificada) que preludiaba un arrasador triunfo en la fase inicial, y...  ¡Nada!  Es el primer favorito a la Copa Mundial 2010 que sufre tal revés.  Ni siquiera fue el perder el juego, además no haber anotado un solo gol, y ahora se encuentra en la misma situación que Honduras en su Grupo H, que sin demeritarlos al equipo Centroamericano, puesto que dieron la talla ante un Chile con mayor experiencia mundialística y futbolística, pues no hay comparación en cuanto a costo por jugador.
Entonces, ¿qué hizo fracasar a la Furia Roja en un partido que debió ser relativamente fácil de ganar?
Pues creo que lo de siempre, el exceso de confianza y ese toque de soberbia que siempre logra derribar hasta a los más grandes (pregúntenle a Brazil en el Francia 1998).  Una defensa férrea de los suizos en el primer tiempo, pese a que España tuvo la posesión del balón en casi toda esa primera mitad.  Pero lanzaban desde fuera del área de meta...  Sentía que le tenían algo de miedo a la portería.  Tenían un estilo de juego coordinado, pero los remates a gol eran casi ingenuos, sin la Furia que les da nombre...  Fue un primer tiempo agónico, pero no tan humillante como el segundo, puesto que pese a que siguieron con la posesión del balón, la defensa se aflojó notablemente, y por consecuencia, Suiza pudo hacerse con el balón momentáneamente desde la media cancha, armar una jugada casi como una ráfaga, y poner en el horizonte una sola idea: llegar a la meta.  Y así lo hizo, los jugadores se convirtieron en uno solo, y a pesar de la posible jugada fuera de lugar, luego de que el balón fuera rechazado por Casillas y fuera a parar al cuerpo (literalmente debajo del cuerpo) de Piqué, la ofensiva fue imparable y ya no había nada que hacer.

Un 1 a 0 histórico, España, con su equipo de ensueño es derrotada por una más humilde Suiza, que ve coronados sus esfuerzos y su disciplina, al no doblegarse ante un gigante épico, al que le faltó épica en su partido de arranque.

Pero nada se gana con mirar al pasado, aun reciente, si no se aprende nada del mismo.  España está ahora ante dos partidos próximos, ante dos selecciones que no tienen un record mundialístico tan impresionante como el de la Furia Roja, pero por lo mismo no se debe confiar otra vez en el liderazgo y el gigantismo y la supremacía de la plantilla millonaria que posee.  Ahora se debe analizar cada jugada, se debe inyectar esa pasión que caracteriza a la Furia Roja, ese juego tan precioso que se mostró en la Eurocopa 2008, y contar con el jugador número 12, nosotros, su hinchada, compuesta por millones y millones de fanáticos que la apoyamos pese a los contratiempos, porque no hay mayor triunfo que el levantarse después de una derrota en batalla, y saber con dignidad cómo ganar una guerra, aunque esto no lo sea, puesto que el fútbol, excepto por el episodio del Mundial fascistas de 1934 en Italia y 1938 en Francia, y la consecuente suspensión de los siguientes por la Segunda Guerra Mundial, es un deporte que une a multitudes, a las naciones en una sola congregación, la de la fraternidad y la pasión por el deporte y el arte, porque al jugar al fútbol a veces se ve cómo se conjugan arte y condición física, inspiración y talento, maña y ciencia, para producir 90 minutos de pasión desenfrenada y de sueños capaces de cumplirse, como el que cumplirá España en este Sudáfrica 2010, el de levantar la Copa y gritar, "somos la Furia Roja", ¡Viva España!

viernes, 11 de junio de 2010

Primera Patada en el Continente Negro

Tengo escasos minutos...  Reunión de trabajo a las 10:00am.  El cliente es irónicamente la televisora más importante del país, y digo irónicamente porque es posible (casi seguro) que no haya una pantalla gigante en la sala de reuniones para ver el partido, uffff!!!
De cualquier forma, mi jefe, Argentino, quien a pesar de ser una leyenda en el mundo del Internet, colaborador del ARPANet (la red que se convirtió en Internet, algo de historia, luego escribo sobre eso) y fundador de la primera empresa ISP (Proveedor de Servicios de Internet, siglas en inglés), es de lo más sencillo, buen humorado y condescendiente que existe, qué honor trabajar con él!!!
Pero, volviendo al tema, la primera patada.  ¿Qué implicaciones tiene?  ¿Qué trascendencia tendría dar la primera patada de una Copa Mundial de Fútbol en el continente más pobre del planeta?  El continente que ha sido más explotado por nuestros ancestros europeos.  El continente con mayor índice de enfermos de SIDA per cápita.  El continente con las mayores reservas de recursos naturales y biológicos.  El continente con mayor diferencia entre pobres y ricos.  El continente donde millones de niños mueren de hambre al año.  El continente con los paisajes naturales más hermosos.  El continente donde, según los estudios científicos, siempre locos, Jehová decidió darle origen a la especie humana.
Pues, pareciera que no tiene ninguna trascendencia.  Durante un mes, se creará un enorme oasis en el desierto, donde millones de personas vivirán una ilusión transitoria de paz y armonía, de que los problemas de fondo desaparecieron: el hambre, las enfermedades, las guerras entre tribus, el apartheid (sí, aun existe), la crisis económica, el odio, la estupidez política, la explotación de recursos, las diferencias religiosas, etc., etc.
Pero, cualquier iniciativa para aminorar o al menos darle un respiro a este mundo que estamos destruyendo con nuestras propias manos es importante y trascendente.  Ojalá hubiera Copas Mundiales de Fútbol y Olimpiadas cada día en nuestros corazones, y si fueran materializadas, pues mucho mejor.  Prefiero ver a 22 hombres jugando a patear un balón, y un grupo generalmente más reducido pero igual de importante de niños haciendo lo propio, imitándo a sus estrellas, que verlos matándose porque profesan distintas religiones, porque tienen distinto color de piel, o por cualquier otra estupidez que la mente humana se da el lujo de alojar y germinar a pesar de nuestra elevada y única capacidad de raciocinio, que nos separa de esos elefantes, avestruces, leones, impalas, águilas, suricatos, hipopótamos, pingüinos (sí, en Sudáfrica los hay), ballenas, cobras, mambas, rinocerontes, grullas, y cientos de millones más de especies de animales y plantas que adornan ese bello continente, que durante un mes será testigo de cómo el amor humano aun tiene esperanza, que la paz tiene posibilidades, que la fraternidad no es una locura, que Nelson Mandela no se pasó tantos años en la cárcel por el gusto, que cuando salió de ella, pidió a sus hermanos de piel negra que perdonaran a sus hermanos de piel blanca, y que reconstruyeran un pais que estaba al borde del suicidio social.
¿Tiene alguna trascendencia?  Sí, estoy convencido de ello.  Treinta y dos (32) equipos jugando por la hermandad y por el honor, uniendo al mundo en un solo canto.
¡Gracias Jehová por darle al hombre la inteligencia y sentido del humor para inventar el fútbol!
Jehová bendiga a África.

miércoles, 9 de junio de 2010

Día de Trabajo Intenso...




Estaba a punto de escribir sobre mi gran héroe, Beethoven...  De hecho tengo un borrador desde hace un par de días, pero la intensidad de este día de trabajo me robó el aliento y declinó un poco mi inspiración.  Casi músico, compositor amateur y melómano casi de profesión, tal vez se pregunten ¿por qué mi admiración tan grande por el oriundo de Bonn?  Espero que sí, porque de esa manera también leerán los escritos que haga sobre él.  Pero por el momento, regreso al tema que me cercenó la inspiración, mi día a día.
Tengo una profesión como cualquier otra, pero una carrera (que no es lo mismo) un poco mutable.  Soy Ingeniero de Sistemas, especializado en Sistemas de Información.  Lo que significa, pese a lo que muchos de mis amigos, familia y conocidos piensan, que me dedico a analizar sistemas, especialmente los que manejan información, y no solo soy alguien que “sabe de computadoras”, mucho menos especializado en repararlas…  Ufff!!!  Eso lo hacen los de Soporte Técnico, los especialistas en Computación: Hardware, ya sea computadoras per sé, o equipos de comunicación y redes.
En definitiva, y para no extenderme en esta introducción que igualmente les parecerá poco esclarecedora, me ocupo de resolver los problemas de un negocio, a través de una solución informática basada en un sistema automatizado que procese información…  ¡Listo!  Esto, en la mayoría de los casos, implica el uso de computadoras y afines (hoy día un sistema informático sencillo puede ejecutarse en un SmartPhone: iPhone, BlackBerry, etc., que al final, en principio, son computadoras), pero lo importante es que no necesariamente tengo que usar una para realizar mi trabajo.  Mi trabajo se basa, principalmente, en el análisis de la información y cómo fluye a través de todo un sistema.  Desde que es capturada por algún medio (teclado, mouse, video, toque de una pantalla), cómo se transforma a través de ciertos procesos (cálculos matemáticos, algoritmos), hasta que es presentada en algún medio de salida (pantalla, reporte impreso, browser, bocina). 
Mi herramienta principal, finalmente, es el Diagrama de Flujo de Datos, o Flujograma, que hoy muy pocos Ingenieros de Sistemas usan, irónico.
Retornando al tema de mi diario bregar, a mi carrera y profesión, la primera se ha diversificado.  Ya no soy solo un Analista de Sistemas, ahora le di un nuevo rumbo, y tengo una segunda profesión: Especialista de Seguridad Informática.  ¿Hay alguna diferencia entre ellas?  En principio, no.  Sigo analizando sistemas, pero ahora desde el punto de vista de ¿qué tan seguros son?  En realidad, analizo ¿qué tan vulnerables son?, que es totalmente lo opuesto, pero un complemento más realista.
Es más agotador, es más dinámico, es más susceptible a estar desactualizado, es más investigativo, es como el trabajo de Sherlock Holmes combinado con el de un periodista, y enmarcado en la retórica de un abogado, ja ja.  Por eso lo elegí.  Ya me estaba aburriendo un poco del clásico trabajo de escritorio, con unas cuantas visitas rutinarias a las oficinas de los usuarios, y la presentación de los resultados a mis jefes.  Las sillas (ejecutivas o no) de las oficinas me producen cierta irritación en el trasero y la espalda.  Mi espíritu necesita movimientos, cambio, retos más enérgicos, menos burocracia, menos parloteo a veces improductivo.  Sistemas dinámicos que requieran de un análisis también dinámico, que implique mi movilidad física, eso es ahora lo mío.  Y que conste que estaba a punto de estudiar una Maestría en Auditoría de Sistemas, lo que hubiera implicado sepultarme entre millones de hojas de papel, aferrarme a una silla por semanas, y ver la pantalla de un computador (¡epa!, compañero a veces insoportable) durante períodos interminables de cansancio a merced de millones de tazas de café, que adoro, pero que perfora mi estómago bastante sensible…
Sin embargo, esa incipiente movilidad tiene sus consecuencias, y una es el cansancio extremo, mismo que apartó por un momento mi inspiración para escribir sobre Beethoven.  Pero tiene sus recompensas intangibles: tratar a decenas (con tendencia a centenas) de directores de tecnología, o sus Vice-Presidentes, Gerentes, Jefes, oficiales, etc.  Y lo que es mejor, conocer de manera fluida y actualizada, cómo está la situación real de la tecnología en Panamá y Latinoamérica…  No tiene precio, todo lo demás, que lo pague mi tarjeta de crédito, o la de mi jefe en el mejor de los casos.
¡Y qué decir de los muchos especialistas que crean las tecnologías que son implementadas por nuestros clientes!  Los proveedores, de todas partes del globo: norteamericanos, ingleses, israelíes, latinoamericanos, centro-europeos, etc.  Un universo de conocimiento concentrado y enfocado en la resolución de los problemas de seguridad informática, uffff!!!  Como dice mi jefe: “tanto conocimiento y oratoria, me tienen destruido cerebralmente al final de la tarde, Jose Luis…  Me tengo que comer un postre”.  Yo me recupero, en lo particular, con una buena taza de café (aló estómago), un dulce de chocolate o fresas, y escuchar la voz de mi ¾ de naranjita, y por supuesto, elevar la vista al cielo, ver el ocaso o el cielo estrellado (dependiendo de la hora en la que haya terminado mi día) y recordar que Jehová seguirá manteniendo mis neuronas sanas para seguir acumulando conocimiento, y para obtener ingresos por la aplicación de los mismos y cuidar de mí, de mi amor y en cierto modo, de mi familia y seres queridos.
¡Vaya que fue un día de trabajo intenso!

lunes, 7 de junio de 2010

"Ser o no ser..." ¿Por qué tiene que ser ese el dilema?

¡Hola Mundo!

Ingeniero de Sistemas de profesión, la que genera mis ingresos por el momento, tenía que utilizar el más trillado de los mensajes que se utilizan en desarrollo de software en el primer programa que creas sobre cualquier lenguaje de programación: Hello World!, claro, castellanizado para no dar una impresión de afición gringómana.
Con esto, me hago perceptible en el mundo y por tanto, doy la primera manifestación de mi existencia, de mi condición de tener mente y por lo tanto pensamientos, y por ende, como decía René Descartes, "pienso, luego existo", entonces ya existo para el resto del mundo, al menos del cibernético, porque para muchos otros habitantes de este mundo, ya existía desde hace mucho...
Entonces, "ya soy", y por ello, debo debatir aquel cuestionamiento hecho por Sir William Shakespeare en Hamlet: "Ser o no ser, ese es el dilema...".  Pero, ¿por qué tiene que ser ese el dilema?  ¿Cómo puede algo no ser?  Si todo lo que existe es, y lo que dejó de existir aun sigue siendo, al menos en nuestros pensamientos, o según la tradición judeo-cristiana, o la de otras culturas y creencias orientales como la budista, en las que el alma es inmortal, nada deja de ser.  Y lo que no existe aun, ¿qué caso tiene que debatamos sobre su posible no existencia? si al preciso momento de pensar en ello lo hacemos existir...

Nuevamente, ¡Hola Mundo!  Ya "soy" dentro del contexto de la realidad cibernética.  Dejé de ser solo materia perceptible solo a mi entorno próximo para ahora ser parte de la realidad universal cibernética.  Pero nunca dejé de ser, solo estoy trascendiendo mi ser a otra aspecto de la realidad.  Entonces, "ser o no ser" deja de ser el dilema, y lo convierto en una simple reflexión intrascendente.  Siempre he sido, dentro de esa mente universal infinita y eterna que algunos llaman simplemente "Dios", otros "universo" y Yo en lo particular, Jehová.  Porque fui creado por Él, y antes de Él no existía nada, y después de Él no existirá nada, porque Él es el todo, y por lo tanto, siendo parte de Él y de su creación, entonces nunca "no fui", y siempre "seré" hasta que él lo decida borrarme de su pensamiento, y nuevamente "ser o no ser" deja de tener sentido...

Espero pronto debatir sobre un tema más trascendental.