Ciencia y Arte del Virtuosismo Cultural y Mental: El Oro del San Félix y su guardián el Cerro Colorado... Autodeterminación y Soberanía liderada por nuestros Indígenas!!!

jueves, 2 de febrero de 2012

El Oro del San Félix y su guardián el Cerro Colorado... Autodeterminación y Soberanía liderada por nuestros Indígenas!!!


Sigo manejando por la carretera, con un destino conocido pero incierto y que nunca antes he visto...  A orillas de esta carretera patrocinada por gobiernos extranjeros y construida por gobiernos de turno, niños con sus perros, jóvenes en bicicleta, hombres con sus machetes y mujeres descalzas con sus largas enaguas multicolores me saludan, no extrañados, porque muchas veces han visto a "latinos" por estos lares, pero sí con ojo inquisidor ya que cada nuevo desconocido les produce perspicacia.  Les devuelvo el saludo, algunas jovenes mujeres me devuelven una sonrisa.  Los niños aun ingenuos se ríen a carcajadas con cada uno de mis gestos curiosos...  El aire es cada vez más puro, tanto que me perfora los pulmones con el inusitado sorbo de oxígeno que los llena: ¿extrañan el smog?  Mi cuerpo ya no tan joven se siente algo agotado, a pesar que voy en mi auto 4x4, la sinuosidad y lo empinado del camino me exige pericia en el manejo, más aun cuando cada vez que miro por la ventana abierta contemplo un espectáculo cegador: La Cordillera del Tabasará se yergue majestuosa y sus intrincadas elevaciones y valles forman nudos de bosque tropical, aguas cristalinas y caseríos...  Es la vista privilegiada de vivir en La Comarca.
La Ngäbe-Buglé fue creada como Comarca en 1997, aglutinando los territorios habitados por los indígenas Ngäbe y Buglé en las provincias de Bocas del Toro, Veraguas y mi amada Chiriquí.  Su cabecera, Llano Tugrí o Buabidí, su modo de vida, en armonía con la Naturaleza, el tesoro que gobiernos extranjeros y nacionales desean y que ellos prefieren dejarlo donde está enterrado, el Cobre, Oro y otros metales preciosos y minerales cuyos guardianes han sido el Cerro Colorado y muchos otros cerros que despuntan a través de la Cordillera del Tabasará.
Durante centurias, muchos pueblos extraños a estas tierras se han apróximado seducidos por las promesas de estos tesoros, que los mal llamados indios han dado a conocer a través de sus leyendas y por una u otra muestra tangible.  El río San Félix y otros de los ríos que nacen en esta vetusta cordillera han cargado en sus lomos celestes y verdeazules algunas piedritas doradas y rojizas que le dieron nombre al Colorado, y han despertado la codicia de los extranjeros.
Hoy nuevamente, al igual que hace unos años atrás, los pueblos Ngäbe y Buglé se han levantado en armas, pintados de guerra, para defender lo que es suyo, lo que han tratado de arrebatarles desde hace siglos, no el oro ni el cobre, sino la tierra y sus selvas, animales y aguas, que han sido su herencia desde épocas inmemoriables y que han cuidado con diligencia y amor.  Porque no es la codicia por estos tesoros lo que mueve a los indígenas, sino el temor a ver cómo su estilo de vida puede desaparecer, cómo las maquinarias derribarían árboles centenarios, como las dragas y bombas desviarían los cursos de sus amados ríos y crearían valles artificales yermos donde nada volvería a nacer como antes.  Esta es la verdadera lucha y el verdadero clamor de nuestros indios.
Y si es su tierra, si es su Comarca creada por Ley de la República, ¿por qué obligarlos a cederla en concesión o préstamo?, ninguno de los cuales les beneficiaría, ¿por qué?  Porque vivimos sumidos en un mal llamado progreso, con el que creemos que podemos arrebatarle a la Naturaleza sus recursos sin consecuencias.  Un progreso que nunca beneficia a quienes lo originan ni a quienes lo reciben, solo a los intermediarios...
Han sido los indígenas los únicos quienes han tenido la fuerza de defender sus derechos y los nuestros, porque siendo los metales y demás tesoros del subsuelo propiedad del Estado, entonces son propiedad de todos.  Y es preferible que sigan enterrados a que sean arrebatados de nuestras tierras por extranjeros que le darán el mejor uso solo para su propio beneficio.
Pueblo Ngäbe y Buglé, sigan luchando por sus derechos, por su patrimonio, por su tierra.  Nosotros los latinos cobardes seguiremos de expectadores hasta que algún día se levante un verdadero hijo del pueblo y llegue al poder, al cenit gubernamental, defendiendo nuestra autodeterminación popular tal como ahora ustedes defienden la suya y la de nuestra Panamá.  Lor a ustedes, ¡Héroes de la Patria!

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